Pero el hecho de que Whitney fuera, por derecho propio, la gran protagonista de la gala, no hace que, pasado el furor de los primeros días echemos la vista a trás para revisar qué otros temas hemos podido dejar de lado.
Yo debo confesar que en la alfombra roja hubo looks que me gustaron mucho. Pero en especial estoy muy contenta por una mujer que normalmente llama mi atención por su falta de estilo en la mayor parte de sus apariciones públicas. Me refiero a Rihanna. Por primera vez he de confesar que me encantó como lucía la cantante. Estaba realmente radiante, de los pies a la cabeza. Ya estamos más que acostumbrados a sus cambios de peinado, esta vez lució una ondulada melena rubia, con las raíces oscurecidas descuidadamnete "a propósito". El vestido, un modelo negro de Armani, largo hasta los pies dejaba su espalda al descubierto, tenía un pronunciadísimo escote en "V", y una sexy abertura central por la que asomaban por turnos, sus espectaculares piernas. Complemetos dorados, escuetos, apropiados y a juego con el color de su pelo. La cantante brilló como nunca en la alfombra roja, irradió sensualidad, seguridad y madurez como artista.
Foto:Getty Images
Fue tanto el éxito de la cantante, que ha sido nombrada de las mejores vestidas por diversas publicaciones, como el prestigioso blog "Fashion Police". Para mi, además de su espectacular vestido, zapatos, y peinado había algo más. No encuentro palabras, pero parecía desprender un halo espectacular, casi como si no fuese ella. Un encanto especial, que le hace parecer más mujer, otra mujer.
