miércoles, 22 de junio de 2011

PEQUEÑAS MANOS, GRANDES VESTIDOS

Doy gracias a las nuevas tecnologias, gracias a ellas he sido capaz de empezar este nuevo post. Estoy en el tren de vuelta a Madrid tras pasar unos días de descanso en Cádiz y no se por qué no llevo conmigo mi cuaderno y mi boligrafo, que siempre me acompañan. Y es que repasando mi día de hoy, se me ocurre el
tema del post de hoy.

                             
He pasado mi última mañana en Cádiz en compañía de mi mejor amiga y de sus compañeras de clase de  costura. Resulta que de mi último viaje a Guinea me traje una tela preciosa, con la que Ana, mi amiga, me está confeccionando una falda larga que no me cansaré de usar este verano. Pues bien, hoy tenía
que probármela para coserla definitivamente, así que la he compañado a su clase de costura.
 
Una vez allí, en los ratos muertos que tenia, me entretuve ojeando una revista de Alta Costura para este verano 2011. Una pequeña introduccion explicaba las diferencias entre  Alta CosturaPrêt á Porter, antes de presentar las colecciones de los diferentes casas. He llegado a la conclusión de que, en el proceso de elaboración de las colecciones de Alta Costura intervienen mujeres como las que hoy observo, en esta mismo taller de costura. Mirándolas, me vienen a la memoria las petites mains, tan desconocidas para el gran público hasta que, en el último desfile de la casa Dior, se les rindió un sincero homenaje, reconociéndo la importancia de su labor como artesanas.


Atelier de la casa Dior, foto de P. Demarchelier para Vogue


Para quien no lo sepa, las denominadas "petites mains" son mujeres con siglos de experiencia en confección y costura, a las que las grandes casas de moda, una vez seleccionadas de forma meticulosa, les confia la ardua tarea de convertir una idea, un diseño, en una realidad, en este caso una maravillosa obra de arte, que es la pieza de Alta Costura. Pues bien, esta mañana allí estaban todas esas señoras confeccionando sus pequeñas obras de arte. Quien sabe si para los nietos, los hijos, o incluso para ellas mismas, pero dedicando toda su atención y cuidado a lo que hacían, sin perder la sonrisa y las ganas de compartir y celebrar cada pequeño avance con sus compañeras. Observándolas dejé volar mi imaginación, hasta un atelier cualquiera y me las imaginé a todas componiéndo la que podría ser la nueva colección de Chanel, o de Elie Saab, quien sabe.


                                                                                              Interior atelier de Dior


Y es que, como ellas, imagino que las "petites mains", confeccionan con mucho mimo cada prenda, observando y siendo protagonistas de su  paso del dibujo al patrón y de ahí a la tela, hasta llegar a la modelo que la lucirá. Y hasta el último día darán los retoques definitivos entre bastidores, mimando las prendas como si de un hijo se tratase, aún sabiendo que acabará en manos de otra persona, a la que posiblemente ni conocen.



Y llego a la conclusión, aunque quizá me equivoque, de que la Alta Costura que tanto admiramos en desfiles, y que es símbolo glamour, maquillaje de ensueño, brillos y luces y espectáculo, también simboliza amor a la costura, pasión, dedicación, paciencia y sobre todo, un trabajo muy muy lento de artesanía, realizado con gran pasión.