Esta semana se han presentado en Paris las colecciones de Alta costura para el próximo otoño 2011. Ricardo Tisci me ha sorprendido, una vez más en una edición que será recordada, sobre todo, por ser la primera sin John Galliano al frente de la casa Dior, y porque, al menos en mi humilde opinión aporta poca novedad. La colección de Ricardo Tisci romantica, delicada y frágil. Pero desde el punto de vista artístico, hay tres palabras que definen una vez más, al menos para mi, el modus operandi de Tisci: minuciosidad, detalle y elaboración. Cada uno de los diez únicos vestidos que presentó a orillas del Sena puede considerarse una gran obra de arte, elaborada para honrar a la categoría a la que pertenecen, la Alta Costura.
En un escenario mágico, a orillas del río Sena, marco perfecto para dotar a las modelos de un aire lánguido y melancólico, casi suicida. El blanco nuclear y el blanco roto, inocentes y virginales, son los colores predominantes; si bien al final del pase se pueden ver un modelo en beige y otro dorado. La colección me ha parecido una auténtica obra de arte. Aquí dejo algunos de los modelos para que cada une disfrute y juzgue por sí mismo.
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